¿Por qué no se concentra mi hijo?

Dificultad de concentración
La falta de atención no existe como tal. La mente siempre está prestando atención a algo, pero ese algo no siempre es lo deseado. Son muchos los estímulos del ambiente que resultan llamativos y que captan la atención de nuestros hijos, siendo difícil mantenerla demasiado tiempo en algo concreto y menos aún si ese algo es poco atractivo.
Dificultad para concentrarse
Imagen retomada de Internet

Son numerosas las ocasiones en las que los adultos, familias y educadores hacemos alusión a la ausencia de concentración y a la incapacidad de atender a sus tareas escolares. Intentar entender qué la causa nos permitirá ayudarles a centrar su atención.

La atención es un mecanismo de la percepción que  permite captar estímulos relevantes del entorno. Para poder captar la información completa del medio, la atención oscila, es decir atiende a diferentes estímulos y selecciona aquellos que considera relevantes.

La falta de atención no existe como tal. La mente siempre está prestando atención a algo, pero ese algo no siempre es lo deseado. Son muchos los estímulos del ambiente que resultan llamativos y que captan la atención de nuestros hijos, siendo difícil mantenerla demasiado tiempo en algo concreto y menos aún si ese algo es poco atractivo. Cuando hablamos de falta de atención en los escolares, en realidad nos referimos a escasas habilidades para controlar los procesos de atención.

La sobreestimulación: la gran enemiga de la atención

En la actualidad vivimos en un entorno sobrecargado de estímulos, vivimos en una época en la que la cantidad de información y estímulos a los que tienen acceso nuestros niños y niñas es mayor que en cualquier otra época del pasado. Los niños y las niñas están sobrestimulados, y muchos de estos estímulos son más novedosos, dinámicos, se mueven y generan una mayor concentración. En cambio las tareas escolares, el aprendizaje formal permanece ajeno a esta revolución tecnológica y comunicativa, convirtiéndose de este modo es estímulos a los que la mente de los niños y niñas desatiende.

Ante tal avalancha de estímulos, y como respuesta a la necesidad de la mente de procesar toda la información que pudiese ser relevante aparece la falta de atención. Esta falta de concentración, es en realidad un intento de dar respuesta a la sobrestimulación, la mente pretende atender el mayor número de estímulos (el ruido de la calle, la televisión puesta, el mensaje del teléfono móvil, un juego de la tablet, la publicidad…) de manera simultánea. El cerebro humano no está preparado para atender simultáneamente a esa cantidad de estímulos y en un intento de sobre atender se produce una falta de atención. La mente pasa de un estímulo a otro, oscila a gran velocidad y no tiene tiempo de procesar profundamente ninguno de los estímulos. 

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